Las empresas necesitan profesionales que sepan adaptarse y trabajar eficientemente en distintas situaciones, personas o grupos. Personas que sepan aceptar diferentes puntos de vista, cambiar y aceptar fácilmente los cambios en la propia organización, siendo flexibles ante nuevas ideas,  cambios y enfoques. En este aspecto también se valora muy positivamente la capacidad de aprender y el interés por reciclarse profesionalmente y llegar a desarrollar una visión global de la empresa.